El director y artista Felipe Aguilar presenta una experiencia de realidad virtual basada en hechos reales y muy importantes para la historia del país. Luego de participar en la Selección Oficial de la quinta edición del festival FilmGate Interactive en Miami (EE.UU.) y próximamente en Comic Con en Medellín, nos presenta el cortometraje Esquirlas de 8 Bits, junto con el videojuego Caos, los cuales transportarán a los espectadores al caótico ambiente de la Colombia de 1990 a través de los ojos de un niño, a quien los inesperados sucesos de una tarde de sábado, le cambiarán su vida y su perspectiva del mundo para siempre.

Pensar en la Colombia de 1990 es pensar en la selección de fútbol volviendo a un mundial después de más de 20 años; es pensar en el punk de Rodrigo D, en los salones de maquinitas llenándose de nuevos videojuegos y en Guns N’ Roses invadiendo las emisoras colombianas con su descarga de rock. Pero también es pensar en el Cartel de Medellín en toda su gloria narcotraficante infundiendo miedo en la cotidianidad del país.

Esquirlas de 8 Bits, cortometraje de realidad virtual producido en Colombia y dirigido por Felipe Aguilar, abarca la memoria histórica de esta década en el país a través de las vivencias de tres jóvenes en una tarde de sábado en Bogotá, basadas en hechos que realmente sucedieron. El novedoso formato le brinda una experiencia única al espectador, pues a través de un visor de realidad virtual y unos audífonos, se convierte en el personaje protagonista, Carlos Villamizar, transitando y viviendo esa tarde sabatina a través de sus ojos y oídos.

La experiencia de viajar en el tiempo 27 años atrás se refuerza con las decisiones tomadas por el equipo y Aguilar en cuanto a la fotografía, el arte, la música y el guion. La nostalgia colectiva se activa a través de un collage de pautas publicitarias de la época, que se refuerza con el look de los personajes, la manera en que hablan utilizando la jerga de esa época, la elección de locaciones y la utilización de imágenes reales de archivo.

Todo el cortometraje cuenta con el aspecto visual de una grabación de VHS, incluidas fallas de tracking, que además de recordar la calidad fotográfica de la televisión de la época, hace una alegoría a la memoria humana, que cuando atraviesa un episodio traumático queda lacerada y con el tiempo se deteriora y falla, haciendo que los recuerdos pierdan resolución. El propio título, Esquirlas de 8 Bits, habla también de esta capacidad de almacenar información, ya que 8 Bits era la capacidad de las consolas de videojuegos y computadores de la época.

La intención de Aguilar, junto con su equipo de producción, fue mostrar la inocencia infantil que no lograba comprender lo que sucedía en ese momento histórico del país, pero cuya cotidianidad se veía igualmente afectada por la violencia reinante. Este objetivo se fortalece con la mezcla de escenas reales con animación, transmitiendo la sensación de que el protagonista vive la vida como si fuera un gran videojuego, algo normal para un niño de 11 años. Al igual que le sucedió a Carlos, el espectador sentirá un cambio de percepción del mundo por los eventos que se desarrollan en el corto, ayudados por un formato que además, altera la percepción de realidad.

Adicionalmente, Esquirlas de 8 Bits se complementa con el videojuego Caos, inspirado en un videojuego de 1986 en el que el objetivo era destruir ciudades. En Caos encontramos a los protagonistas del cortometraje: Carlos, Daniel y Julián, quienes intentan escapar del daño que le causan a su ciudad los personajes de “El Jefe” o “El Mero”, dependiendo de con quién escoja jugar el usuario, que puede descargar esta experiencia en su Smartphone o Tablet.

El juego cuenta con 10 niveles, cada uno recordando atentados perpetrados por los duros del Cartel de Medellín en diversas ciudades del país, y los personajes de “El Jefe” o “El Mero” hacen alegoría a los colosos mutantes que atacaban los paisajes de esos videojuegos ochenteros: Godzilla y King Kong. La maldad tomó diferentes caras en los 80’s y 90’s en el país y hoy lo continúa haciendo en el mundo entero.

Felipe Aguilar: detrás de la historia

El cortometraje fue escrito y está dirigido por Felipe Aguilar, artista visual bogotano quien ha participado en numerosos proyectos documentales como El otro soy yo (2014), Spacefaring (2011), Orgullo perdido (2011) y La Macarena: El amanecer de una región (2009); así como en las exposiciones fotográficas La Mara (2006) y Potente (2017). Después de trabajar en ficción y documental, Felipe ha descubierto que le apasiona el espacio que vive entre ambos géneros.

El crecer en las décadas de los 80’s y 90’s en Colombia marcó profundamente al realizador, llegando a conocer experiencias de vida como las de su amigo y colega, Carlos Villamizar, cuya historia es el centro de Esquirlas de 8 Bits. Hablando del enfoque y la perspectiva que quería mostrar con su producción, Aguilar expresa: “Esta época se ha interpretado en múltiples ocasiones, en su mayoría con el Cartel de Medellín y el gobierno como sus protagonistas. En esta oportunidad, estos pasan a un segundo plano y el protagonismo lo lleva gente común y corriente, desvinculada totalmente del conflicto, pero involucrada involuntariamente, circunstancialmente. Adicionalmente son niños, un ángulo y unas voces poco exploradas en proyectos referentes a la época”.

El equipo que resucitó a la Colombia de los noventas

Esquirlas de 8 Bits estuvo a cargo de Bogotá Cinema S.A.S., empresa especializada en contar historias y crear experiencias fusionando arte con tecnología, y Post Bros S.A.S, un estudio de post-producción que se especializa en concebir la etapa de post-producción de un proyecto desde su pre-producción, acompañando así todo el proceso de realización y diseñando un equipo de profesionales que se ajuste perfectamente a las necesidades únicas de cada proyecto.

Juan Felipe Flores estuvo a cargo de la producción de campo; Carlos Villamizar y Juan Esteban Aponte, de la fotografía; Sebastián Hernández junto a Felipe Aguilar, del montaje; Augusto Bruchet, del sonido; Mutantex hizo la música; Felipe Valencia el diseño sonoro; Juan Manuel Betancourt la animación; Dead Hamster los VFX y Alexander Huérfano – Mierdinsky, la ilustración. El reparto está conformado por Juan Esteban Aponte, Carlos Báez, Daniel Duque y Luna Villamizar.

Por su parte, Caos fue creado por Bogotá Digital Cinema; la producción y programación estuvo a cargo de Baius Games y Mierdinsky se encargó, igualmente, de la ilustración.

Estas son las Esquirlas de 8 Bits – Sinopsis

Este cortometraje es una invitación a viajar en el tiempo y convertirse en un niño de 11 años en 1990 en Bogotá, Colombia. La experiencia está basada en hechos reales y acompaña a tres amigos de barrio un sábado fuera de lo común, donde su universo de fútbol, ninjas, videojuegos y rock n’ roll choca de frente con el mundo adulto, cambiando su percepción de la realidad para siempre.